Sherlock Holmes: Juego de Sombras

Sherlock Holmes siempre ha sido un personaje atractivo para el gran público. Aunque ha tenido todo tipo de imitaciones y versiones (tanto televisivas como cinematográficas), parece ser que estos últimos años está experimentando un auténtico renacer.

Si ya nos sorprendió Guy Ritchie con su irónica adaptación de 2009, con un desatado Robert Downey Jr. en el papel del célebre detective británico, es este pasado año cuando nos ha sorprendido una de sus adaptaciones. Estoy hablando de la magnífica SHERLOCK, una serie creada por la BBC (¡quién si no!) que ha elevado a su protagonista al Olimpo de los Detectives.

Vayamos por partes. La adaptación de Guy Ritchie sorprendió a propios y extraños. Muchos la tildaron de locura sinsentido y demasiado artificiosa. Sí, bien, toda la razón, pero es que ésa fue precisamente la gracia. El problema es que se intentó repetir la fórmula y dio lugar a la fallida “Sherlock Holmes: Juego de Sombras” (2012). Y, donde patina esta secuela, acierta la serie de la BBC. Porque Ritchie se olvidó de Sherlock en función de los efectos y las secuencias de acción. Y Robert Downey Jr, que incluso tuvo un Globo de Oro por la primera parte, ha perdido la magia (algo parecido a lo que pasó con Jack Sparrow).

SHERLOCK se apoya en un gran dúo protagonista, pero sobretodo en Benedict Cumberbacht, que da un porte perfecto al detective de Baker Street. La actualización a la que ha sometido al personaje la cadena británica es digna de aplaudir, ya que la serie trascurre en nuestros días, encontrando a un Sherlock con parches de nicotina y iPhone.

¿Nos quedará entonces Sherlock Holmes para rato? Desde luego que sí. La secuela está funcionando en los cines de todo el mundo, y la BBC ha confirmado una tercera temporada para las aventuras del detective, pero ya en 2013. Lejos quedan las adaptaciones televisivas y la gran obra maestra de Billy Wilder “La vida privada de Sherlock Holmes” en la que, no sólo jugaba con una mujer a la altura de la mente del detective, si no además con la propia sexualidad del protagonista, lo que le valió numerosas críticas, aunque ahora sea casi una película de culto.

Al ver esta serie, grandes apuestas de las cadenas americanas como ALCATRAZ (con un inexpresivo Sam Neill) o la cancelada PAN AM palidecen ante la rapidez de los diálogos y la gran puesta en escena. Elemental.