Not Just Fashion Magazine descubre la ilustración de moda desde la pasarela.

Entramos a un mundo lleno de polvos de colores mezclados por estilistas preparados para hacer de los modelos impresionantes personajes que dan vida a la personalidad de los diseños creados por grandes talentos de la moda. Detrás de ellos, fotógrafos capturando cada movimientos del proceso y, a un lado, un ilustrador que se ciñe a las reglas de la vieja escuela para crear su propio reportaje visual. Así encontramos a Joel Miñana Granero.

Ilustrador, diseñador de moda y docente del Centre de Formació Creatiu i Técnic Sabadell, Joel Miñana Granero se ha dado a conocer en el mundo de la moda por hacer las cosas un poco diferentes. Es de las pocas personas que se dedica a reflejar el proceso del diseño y de una colección a través de trazos y colores. Aunque pueda verse como algo extraño, ésta era la manera en que anteriormente se cubría todo sobre la moda antes de la llegada de la cámara y la era digital. Es fácil de visualizar en revistas de los años ’50 que pertenecían a su abuela y que le han servido de inspiración para desarrollar su arte.

Te invitamos a conocer un poco más sobre Joel, su trabajo, sus referencias y lo que lo ha llevado a trabajar con marcas como Escada y diseñadores de moda reconocidos como Celia Vela.

Háblanos de los estudios que realizaste, dónde estudiaste

Empecé estudiando bachillerato en la escuela Massana porque siempre he tenido muy claro el tema de las artes. La idea de la moda llegó después. Cuando empecé a estudiar bachillerato artístico, lo combiné por las tardes en un taller de alta costura durante dos años. Cuando acabé de estudiar bachillerato, fui a Sabadell para perfeccionar toda la parte técnica de la industria. Estuve ahí otros dos años haciendo un ciclo de grado superior.

Hice prácticas con Bibian Blue y volví a la Massana y para hacer dos cursos de especialización en: sombrería con Nina Pavloski y escenografía para espectáculo, porque también me llama mucho la atención el tema de los espacios.

Todo al final para mí tiene una relación y es información. Todo sirve para poder crear e inspirarte, por eso soy una persona que estudia bastante. Estoy siempre buscando nuevas cosas, y por ejemplo este año he estado haciendo tres cursos: uno de flores aplicadas a la moda, como se hacía antes, o sea la idea de alta costura con tejidos y demás; bordado sobre tul, o sea más específico aún y finalmente, volviendo otra vez al espectáculo, vestuario de fantasía con Julio Quijano, que es un artista aquí residente en Barcelona.

¿Cómo te diste cuenta de que la ilustración y todo sobre arte era lo tuyo?

Bueno, en realidad, tampoco me di cuenta que era lo mío. Lo que me pasaba es que me gustaba mucho la moda y me gustaba ir a los desfiles; llegó un punto en el que me di cuenta que tú ahora vas a un desfile y todo el mundo está haciéndose fotos, haciéndose selfies, y yo pensé: “Fuuu… yo así no puedo”. Se monta un show para ver la ropa, y entonces pensé por qué no probar como se hacía antes, o sea, a través de ilustración. Antes no había una cámara que te pudiese hacer todas las fotos que quisieras. La publicidad y el marketing iban a través de imagen de dibujantes así que durante unos años estuve probando.

Iba a los desfiles y lo que hacía era que cuando tenía a las modelos pasando por delante de mí dibujaba. Mi primer contacto real fue con la firma Escada. Me invitaron a un desfile, hice una ilustración en el backstage donde estaban las modelos en fila, la envié y me sorprendió. Su respuesta fue: “Queremos publicarla y utilizarla para una invitación para nuestras clientas”. A partir de ahí fue: “Ah ¡pues sirvo!”. Yo no lo sabía, lo hacía un poco porque me gustaba, o sea, lo veía como un hobbie.

Ahora pues, aquí estamos, de desfile en desfile, backstage, diseñadores, de más… que les interesa la visión que aporto. Una visión totalmente diferente porque todo el mundo hace fotos y se sorprenden de lo que yo hago cuando es lo que antes se hacía.

Bueno, justamente te conocimos en Celia Vela.

A nivel de backstage, era la tercera colección que estaba con ella. Nos conocíamos e hice una ilustración, la colgué en redes sociales y mi sorpresa fue que me llegó un mail diciéndome que le gustaría que en la siguiente colección estuviese con ella en el backstage.

Y claro mi respuesta era lógica, era un sí, por supuesto, para adentro. A partir de allí ya encajamos, congeniamos muy bien y resulta que tenemos un estilo muy similar, que respiramos y bebemos de las mismas inspiraciones e influencias. A partir de ahí, yo en backstage siempre con Celia.

¿Otros eventos aparte de desfiles que también hayas estado ilustrando?

Después de Escada hice una ilustración para la Casa Batlló durante un mapping en la fachada. Hice una reinterpretación y lo publicaron en su web. En alguna fiesta también me lo han pedido como cartel o para hacer la crónica social a nivel de ilustración.

¿Te inspiras más dentro de un desfile o te da igual porque al final estás haciendo lo que es tu pasión?

La pregunta es muy buena porque es bastante complejo. En un desfile me gusta muchísimo el backstage porque todo el mundo es mucho más humano y es todo más natural. El posado de las modelos sale más fácil y más innato. En una pasarela es muy robótico, muy recto mientras que en una fiesta o evento también influye mucho la luz y el espacio porque como tengo que estar dibujando de pie y todo el mundo se está moviendo cuesta más, es otro punto de vista.

¿En qué artistas te inspiras para la ilustración?

De artistas clásicos sobre todo me gusta René Gruau, que era el ilustrador de Dior, que trata el tema de manchas de color. Cuando estaba estudiando, el gran boom en Barcelona fue Jordi Labanda, quien encaja muy bien con la ilustración de moda.

Después ya me desinhibo un poco y me voy al tema de artistas concretos o referentes más pictóricos, como pueden ser muchos de los bocetos que hacía Dalí o cosas de Miguel Ángel, todo el tema de posturas y posiciones que utilizaban ellos. También me inspira mucho el tema de arquitectura. Gaudí es un referente.

Tu estilo como ilustrador

Definirme a mí mismo me cuesta, lo que te puedo decir es cosas que me dicen: “Que tengo una ilustración que suele ser muy elegante, un trazo muy expresivo, con mucha fuerza y muy fresco. Muy etéreo todo pero con un trazo muy fuerte”.

¿Qué materiales utilizas normalmente, o depende de si vas a un desfile o a algún otro evento?

Depende, suelo preguntar la gama cromática porque hay diseñadores que son amantes del negro y entonces, los colores ya me los dejo en casa y entonces utilizo por ejemplo, el Pentel, un pincel que ya lleva tinta.

Yo empecé con boli Bic, con el boli de clase. Poco a poco he ido puliendo y ahora ya tengo la estilográfica, tengo el pincel, voy cambiando. Suelo utilizar lápices de madera. Juego mucho, hago técnica mixta, con acuarelas, lápices de madera y un poco del boli para recordar que yo empecé así y ya está. Me gusta mucho la idea de volver a las raíces y de beber de ellas y cambiarlo porque siempre se pueden experimentar cosas nuevas.

¿Ilustrador o diseñador?

Ambas en realidad. Para mí una cosa va con la otra porque un dibujo por sí solo es una ilustración o una ilustración puede ser el principio de un diseño, o sea es… ¿Qué fue antes el huevo o la gallina? Pues aquí es lo mismo: ¿diseñador o ilustrador? Mm… vaya… (ríe).

Para continuar leyendo sobre este gran artista echa un vistazo a la Parte II de esta entrevista.

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