Mientras la UE es el importador más grande de comida, España se mantiene como el número uno del continente más viejo valorado en 37.8 billones de dólares en alimentos agrícolas y provenientes del mar. Sin embargo, al mismo tiempo, el país exporta productos de comida valorados en 42.6 billones de dólares.
Luego de 2008, las ventas en pan, mantequilla y cereales incrementaron. Los españoles empezaron a cuidar más su ahorro monetario. Aún así, no es sorprendente cómo muchas personas durante el ajetreo matutino encontraran un momento para tomar un café con leche, el cual es la versión local de un capuchino, acompañado con sus tentempiés favoritos: croissants, magdalenas, o churros.
En el 2009, los españoles gastaron alrededor de 60 minutos por día en actividades sociales, dentro del cual la cultura de la comida era la manera típica de gastarlo. Cada local sabe que los negocios más importantes se discuten en la mesa. De alguna manera, España tiene un ¡estado de ánimo relajado! La comida ocurre a eso de las 13h o 13h30 donde un set de alimentos del mar es servido con un plato principal y postre.
Frecuentemente, la cena se hace al final de la noche, acompañada de una copa de vino, y tapas. En Cataluña, donde más del 20% del valor del mercado se genera, las personas consumen comidas tradicionales tales como tomates, pimientos, carnes, y alimentos del mar.
En el 2011, alrededor del 19% del ingreso de la nación se gastó en cosas tales como hoteles, cafés, y restaurantes. Disfrutar de la vida aún después de la crisis económica que afectó de manera negativa al mercado, los españoles se adaptan a las tradiciones de muchos años de saborear la comida con sus seres queridos, amigos, y familiares.