Para conseguir una elegancia atemporal en los looks masculinos, como todos sabemos, los complementos son una parte imprescindible a la hora de transformar un outfit y darle un toque único. Ya sea que hablemos de moda masculina o femenina, los accesorios como un reloj, una corbata, un cinturón, un bolso y unos zapatos pueden marcar una diferencia significativa en el aspecto general. El calzado, en particular, juega un papel crucial a la hora de determinar si un look es casual o chic. Para los hombres que buscan añadir un toque de elegancia a sus conjuntos, les sugiero considerar los mocasines.
Vale la pena señalar que cuando se trata de zapatos de hombre de lujo, la artesanía lo es todo. El uso de materiales de primera calidad y técnicas refinadas les confiere un atractivo exclusivo y muy codiciado. Además de añadir un toque estético, los zapatos de lujo también aportan mayor comodidad, durabilidad y longevidad. Por lo tanto, invertir en un par de zapatos de hombre bien confeccionados es sin duda una elección inteligente que dará sus frutos a largo plazo.
CHURCH
Los orígenes de Church’s se remontan a 1617 con el nacimiento de Anthony Church, bisabuelo del fundador de la empresa, en Northampton, una ciudad reconocida por su industria del cuero y el calzado. Las habilidades y conocimientos de la familia se transmitieron de generación en generación hasta el establecimiento oficial de la marca en 1873. Está claro que el valor de la tradición tiene un gran significado para Church.
El viaje comenzó en un pequeño taller, donde Thomas y su familia montaron una fábrica para lanzar oficialmente los zapatos de Church. En pocos años la empresa se expandió y la mayor parte del trabajo lo realizaban artesanos cualificados en sus propios hogares.
A finales del siglo XIX, Church’s respondió a los cambios culturales y a la evolución de las preferencias de los clientes ampliando su producción para incluir calzado más informal y deportivo. En la década de 1990, la marca había ampliado su alcance para incluir a clientes europeos, canadienses y estadounidenses.
En 1999, el Grupo Prada adquirió Church’s, aprovechando su experiencia en excelencia artesanal para mejorar las estrategias de marketing de la marca y elevarla a alturas aún mayores. A pesar de estos cambios, Church’s siguió comprometido con su identidad tradicional inglesa y su dedicación a la artesanía.
JM WESTON
La historia de J.M. Weston se remonta a finales del siglo XIX en Lemosín, una región con una rica tradición en curtidos y marroquinería. En 1891, ayudado por su hijo, Édouard Blanchard, fundó una empresa de fabricación de calzado tanto para hombres como para mujeres.
Durante más de 120 años, J.M. Weston ha sido un zapatero tradicional que mejora y reimagina sin miedo los estilos clásicos. Con la excepcional artesanía de su fábrica de Limoges, la marca evoluciona sin dejar de ser atemporal. Cada nuevo estilo, cuero y detalle de fabricación está concebido en sus talleres para elevar la comodidad y el estilo. El mocasín es más que un simple zapato, es un compañero para caminar y un símbolo de elegancia sin esfuerzo.
La experiencia de J. M. Weston se muestra a través de sus creaciones que combinan técnicas tradicionales y artesanía, transmitidas a través de su notable historia. Utilizan materiales valiosos, una amplia gama de colores y cueros elaborados con taninos vegetales que ofrecen innumerables combinaciones. Este aspecto único se utiliza plenamente en sus pedidos especiales, ya sea cuero de caja de colores, pieles exóticas, piel de becerro granulada o ante, ya que la personalización se muestra a través de una combinación de colores sutil pero llamativa.
Las colecciones con suela de cuero de J.M. Weston se elaboran en una única fábrica en Limoges, utilizando técnicas tradicionales de zapatería. Los zapatos J.M. Weston son el epítome de la artesanía exquisita y estamos muy orgullosos del meticuloso proceso que implica la creación de cada par. Nuestro equipo de más de 195 artesanos cualificados en los talleres de Limoges trabaja incansablemente para garantizar que cada zapato esté elaborado con el máximo cuidado y atención al detalle. Desde el corte del cuero hasta la costura, el corte de suelas, el ensamblaje y el acabado manual, cada uno de los 150 procedimientos precisos se ejecuta con precisión y delicadeza. Solo se utilizan los mejores materiales, como hilo de algodón, forro de piel de becerro y refuerzos de cuero, lo que garantiza que cada zapato sea un testimonio de la calidad artesanal. La dedicación y pasión de nuestro equipo brillan en cada par de zapatos J.M. Weston, convirtiéndolos en una verdadera obra de arte.